viernes, 19 de mayo de 2017

PARA LAS PERSONAS AFANADAS Y ANGUSTIADAS

PUBLICADO POR: http://www.mujereshacendosas.org
Referencia Bíblica: Lucas 12:22-31 “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su
gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas”.

El ser humano siempre está propenso a preocuparse por todo, si tiene o si no tiene, en la abundancia o en la escases. Nos afanamos si estamos enfermos y nos afanamos si no lo estamos, pensando que pasaría si llegáramos a estarlo. Nos afanamos por el trabajo cuando no lo tenemos por qué de qué hemos de vivir, y nos afanamos si lo tenemos porque quizás nos está ocupando mucho de nuestro tiempo. En fin los afanes de la vida vienen y van en todo momento y el Señor Jesús lo sabía; Él nos conoce más lo de que nosotras  mismos y por eso nos dejó esta advertencia o mejor dicho este mandamiento para que pudieras estar preparados cuando el afán y la ansiedad tocan  nuestras vidas.

¿Pero qué es el Afán según la Biblia? Afanarse, de la palabra griega merimnao significa estar ansioso acerca de, tener un cuidado que perturba, tener congoja, preocuparse. La ansiedad “es un estado mental perturbado producido por temores reales o imaginarios”. La preocupación quiere decir ocuparnos de algo antes de que suceda o acontezca.  Él Señor Jesús les estaba hablando a sus discípulos y nos habla hoy sobre las preocupaciones que podemos llegar a tener como

seres humanos, afán por lo que hemos de comer o vestir como cosas esenciales y básicas para la vida humana, pero también podemos incluir en ese afán todas las demás cosas de este mundo, el trabajo, el estudio, la superación personal, el afán por tener posesiones como una casa, un carro, viajes entre otros.

¿Por qué está afanada tu alma hoy? Quizás una de las preocupaciones modernas y constantes de los padres y madres de hoy es “que mis hijos no pasen las necesidades que yo pase y puedan tener todo lo que yo no tuve”. Cuántas cosas realmente buenas se han perdido nuestros hijos por el afán de sus padres porque ellos no sufran, cuántas momentos maravillosos y experiencias preciosas se han perdido nuestros hijos por nuestro deseo de satisfacerles todas sus “necesidades materiales”. Aun cuando todos sabemos que nosotros mismos fuimos capaces de sobrevivir felizmente sin la mayoría de ellas.  El Señor nos de la sabiduría de lo Alto para no caer en esta terrible era moderna donde lo material importa tanto.

Pero el Señor dice en el versículo 23, que la vida es más que la comida y el cuerpo que el vestido, y cuando la Biblia menciona “la vida” en este pasaje nos está hablando de la palabra griega psuque que denota el aliento, el hálito de vida, y por ende el almamente, corazón del ser humano; es decir, que la vida del ser humano no puede limitarse nada más a lo que hemos de comer o vestir, a lo que hemos de estudiar, a la familia que hemos de tener, posición social que queremos alcanzar, bienes o posesiones materiales que anhelamos conseguir o a la herencia que quisiéramos dejarles a nuestros hijos. ¡No! la vida del hombre es mucho más importante que esas simples cosas pasajeras y temporales de la vida, ciertamente algunas de ellas necesarias para vivir, pero no tanto como para vivir para ellas. Por eso el mismo Señor Jesús, compara aquí al hombre con las aves y con los lirios del campo, es decir con su creación  y nos deja claro que para Dios nosotros sus
hijos somos mucho más importantes que el resto de su creación. Fue por eso que en ella Dios dispuso que el hombre estuviera por encima de toda y señorease sobre ella. Dios cuida de toda su creación pero de manera especial y única; Dios cuida de nosotros. Tristemente hoy muchos cristianos están perdidos en este mundo, en sus afanes y ansiedades, se levantan cada día pensando el cómo y el cuándo conseguir más. No obstante, cuando logran satisfacer estas “necesidades” en su vida, encuentran que verdaderamente la vida es mucho más que eso, la verdadera vida del creyente está en buscar a su Señor y conocerle más. 


Hay otro afán en la vida y especialmente en la vida de nosotras las mujeres, es ese afán por los quehaceres diarios de la casa, recuerdan la historia de Marta, la encontramos en Lucas 10: 38-42. Marta una mujer hospitalaria y servicial que recibió al Señor Jesús en su casa, ocupada de muchos quehaceres dice la Palabra del Señor, ella tenía una hermana María quien en vez de ayudar a su hermana en el trabajo de servir más bien escogió sentarse a los pies del Señor a escuchar lo que él decía. Marta inquieta y preocupada por tantas cosas por hacer exclama una queja al Señor Jesús en el  versículo 40 “Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. No sé si usted encontrándose en esa misma situación, hubiera pensado exactamente lo mismo que Marta, al parecer su afán era genuino y sincero, ella quería atender muy bien al Señor y quién no lo quisiera. No logro imaginarme como sería aquello de tener al Señor de Señores, al Rey de Reyes, al Salvador del mundo, allí sentado en la sala de tu casa. Sinceramente sería muy difícil no afanarse por atenderlo de la manera que solamente Él se merece. Marta no quería ser grosera, ni mala anfitriona, ella estaba afanada por servir al Señor y viéndolo de esa manera podría decirse que ese afán es bueno, correcto, justificable; sin embargo, el Señor quien conoce el corazón y sabe lo que es verdaderamente importante no duda en contestar a Marta en los versos 41 y 42: “Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. No quizo decir el Señor que el deseo de Marta por servirle estuviera mal, pero lo que si estaba mal es que ella o nosotros nos ocupemos más de estas cosas que de escuchar al Señor y su palabra. Nótese aquí que las múltiples ocupaciones de Marta la estaban haciendo perder lo verdaderamente importante, estaba desaprovechando una oportunidad única e invaluable, escuchar de boca del Señor sus enseñanzas. Así mismo nosotras mujeres muchas veces nos perdemos la buena parte, la parte del Señor, la que nunca nos podrá ser quitada, muchas veces el tiempo no nos da más que para pasar unos minutos en oración y un breve acercamiento a un texto bíblico, nos perdemos en el afán y la ansiedad, en las muchas y siempre ocupaciones de la vida cotidiana. ¿Pero valdrá la pena afanarse tanto dejando de lado lo verdaderamente importante?

Pero volviendo al texto de Lucas 12, en el versículo 25 dice el Señor ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? El Señor nos recuerda en esta frase nuestra incapacidad humana,  que no importa lo mucho que nos afanemos de cualquier manera no podremos cambiar las cosas porque no está en nuestras manos. Somos incapaces, es inútil preocuparnos, mejor es confiar en el Padre que tiene cuidado de nosotros y sabe que necesitamos; mejor es aguardar y esperar en la provisión del Padre celestial. Pero hay algo más aquí en este precioso pasaje de las Escrituras en el versículo 28, el Señor llama a sus discípulos “… hombres de poca fe?, este término según el diccionario Strong, oligopistos  lit: pequeño de fe (oligos , pequeño; pistis , fe), es un término usado solamente por el Señor, y como tierna reprensión, frente a la ansiedad (Mat. 6:30 y Luc. 12:28); al temor (Mat. 8:26 ; Mat. 14:31; Mat. 16:8), siempre traducido en RV. y RVR. como «hombre/s de poca fe». El Señor les estaba diciendo a sus discípulos que cada vez que ellos se afanaban por las cosas de la vida, estaban actuando como hombres de poca fe, pues desconocían al Dios que estaba en los cielos, que conocía sus necesidades y que podía suplir para ellos todo lo que les faltara. Hoy el Señor nos dice lo mismo a nosotros cada vez que el afán, la preocupación, la angustia, la ansiedad nos superan, estamos actuando como hombres y mujeres faltos de fe, de aquella fe que te lleva a estar en paz, seguro, tranquilo, porque por esa fe verdadera y suficiente sabemos que Dios es quien suple para todas nuestras necesidades. Esa fe que nos hace reconocer Su grandeza, Su suficiencia, Su poder, la fe que sabe que lo poco en las manos de Dios es suficiente para nuestras necesidades, la fe que reconoce que todo lo que nos viene a la mano, proviene de Él. 

¿Cómo dejar de ser hombres y mujeres de poca fe? la palabra del Señor dice en Romanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”. No hay otra manera de que seamos hombres y mujeres de fe, que el estudiar la Palabra de Dios. Solamente ella puede afirmar la verdad de la Grandeza de Dios en nuestro corazón, solamente por la Palabra de Dios podemos llegar a tener la paz que Dios quiere darnos, en medio de la ansiedad o la angustia y la seguridad de su cuidado. Dice la Biblia en el versículo 30, del pasaje que estamos estudiando: “Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo”, es decir que la gente del mundo vive en esos afanes y ansiedades, la gente del mundo vive entorno a lo material, la gente del mundo vive ocupado en hacer más y más dinero a costa de su vida, la de su familia, la gente del mundo no conoce el verdadero significado de la vida, porque la gente del mundo no conoce al Dios verdadero. 

Termina el relato Bíblico que estamos estudiando en el versículo 31 “Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas”. La expresión usada aquí por el Señor es buscad  y se refiere en el original a “ir en pos de, significa también requerir. Véanse “BUSCAR, DEMANDAR, PEDIR, PREGUNTAR, PREOCUPAR (SE), PROCURAR, QUERER”. Es decir, si en algo hemos de preocuparnos o afanarnos que esto sea solamente en buscar el Reino de Dios, en buscar a Dios, en conocerle más y más, preocuparnos en querer ser transformados a Su imagen, a Su carácter, porque haciendo esto todo lo demás vendrá como algo agregado de parte de Dios. Confiemos al Padre el cuidado de nuestra vida, confiemos en su bendita y siempre por gracia provisión, confiemos en su bondadoso corazón, Él tiene cuidado de nosotros, y si Él cuida de nosotros que o a quien más necesitaremos. Alza tu vista al cielo, depende de Dios, Él sabe de qué cosas tenemos necesidad, pero Él también sabe que cosas son las que  realmente nos aprovechan.

1 Pedro 5:7 dice “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. No cargues más esa ansiedad que te roba la paz, échale, descárgala, ponla arriba del Señor y confía y reposa en Él. Filipenses 4:6-8 “por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Una vez más él Señor nos insta a dejar de lado las preocupaciones, la angustia, la ansiedad, el afán y asirnos de su mano, de su poder y de su amor. El Señor sabe que en nuestra humanidad siempre hay una tentación a la desesperanza, angustia y afán; pero nos ha dejado el consuelo de su Palabra y su Espíritu Santo para que con ella podamos vencer en esos momentos y descansar en Él, en el eterno Dios Todopoderoso. 1 Timoteo 6:8 “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. ¡Dios es el proveedor, el dueño del universo y todo lo que en el hay!

¡El Señor les bendiga y a Él sea toda la Gloria! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MIS PLANES VS EL PROPOSITO DE DIOS

http://www.devocionalescristianos.org Pablo, otro amigo, me dejó este texto que también me hizo reflexionar. Planteamos el nuevo año con ...