miércoles, 25 de octubre de 2017

MIS PLANES VS EL PROPOSITO DE DIOS

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Pablo, otro amigo, me dejó este texto que también me hizo reflexionar. Planteamos el nuevo año con desafíos, proyectos y metas. Nos ponemos objetivos a alcanzar para medir cuanto vamos a progresar en el 2011. La carrera que quiero terminar, la casa que quiero mejorar, la novia que deseo conseguir, el auto que me quiero comprar, el negocio que quiero realizar. Si hasta ahora no pensaste en ninguna de estas cosas, tal vez te esté faltando un poco de proyección para este año que empieza. Deberías tener algún plan, alguna meta que realizar.
Si ya la pensaste y están viendo como desarrollarla, existe una realidad que no podemos evitar de meditar. La mejor de tus metas, está condenada al fracaso si no ponemos a Dios como interlocutor. Mientras escribía los ejemplos de arriba, deje de ex profeso afuera a Dios en todos ellos. Porque por lo general, circunscribimos a Dios solo al ámbito de la iglesia, pero lo excluimos del resto de nuestras decisiones.
No lo hacemos abierta ni conscientemente. Pero lo hacemos. Y marginamos a Dios de nuestras decisiones cotidianas. Lo llamamos cuando las papas queman, cuando el problema ya es demasiado grande para enfrentarlo solo. Pero mientras pensamos que podemos manejar la situación, lo hacemos a nuestra manera.
Tal vez deberíamos cambiar en este año, nuestra manera de pensar. Y entender que Dios tiene un plan integral para mi vida, y también para la tuya. Ese plan abarca no solo el 2011 sino todo el resto de tu vida. Ese plan tiene tal lujo de detalle que incluso anota cuantos pelos se caen de la cabeza cada día. Y es un plan que Dios diseñó para que tu vida sea próspera, satisfactoria, madura y mejor. Y el salmista nos garantiza que ese plan se va a cumplir. Pero depende de tu voluntad de alinearte con Dios.
Su amor sigue estando vigente, y jamás se va a acabar. Pero la bendición de Dios solo está para aquellos que siguen Su Voluntad. Comenzá el año, buscando en cada hecho cotidiano cumplir el Plan que Dios ya pensó para vos. Hacer lo contrario sería cometer una vez más una terrible equivocación.
REFLEXIÓN — No hay mejor plan que el de Dios.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany

lunes, 9 de octubre de 2017

OBEDECE LO QUE TE DICE EL ESPIRTU Y NO TU CARNE

Evidencias de los Miembros de la Familia de Dios

Nuestra posesión del Espíritu Santo es la esencia misma de lo que significa ser cristiano. "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Romanos 8:9). Los que pertenecen a Cristo tienen el Espíritu Santo que vive dentro de ellos. Además, si lo tiene a Él morando en usted, vivirá como Él (vv. 10-13).
Nosotros sabemos que somos verdaderos cristianos, debido a la presencia del Espíritu Santo en nosotros, y porque nuestras vidas han sido cambiadas por la presencia de Su morada.
Además, tenemos una nueva posición y relación con Dios. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios" (v. 14). Tenemos una nueva relación con Dios, somos miembros de su familia. Pablo habla de nuestro ser  como "hijos", "herederos", y "co-herederos con Cristo" (vv. 15-23).
John Calvin dijo: "Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son los hijos de Dios, todos los hijos de Dios son herederos de la vida eterna, y por lo tanto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios debemos sentirnos seguros de la vida eterna."
Somos Sus hijos por el nuevo nacimiento, y la condición de hijos "adoptados". 

Permítanme ser muy claro, no todo el mundo es miembro de la familia de Dios. Todos somos Sus criaturas habiendo sido creadas por Dios, pero solamente aquellos que son "guiados por el Espíritu de Dios" son los hijos de Dios. Los que no están guiados por el Espíritu de Dios no son cristianos, y por lo tanto no son Sus hijos espirituales.
Jesús hizo esto claro en Juan 8:39-47. Específicamente observe lo que Jesús dice, "Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amarías, porque yo de Dios he salido, y he venido. . . Él me envió. . . vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. . . . El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios "(vv. 42, 44, 47).
Sólo aquellos que poseen el Espíritu Santo y son dirigidos por Él son hijos de Dios. De hecho, Pablo nos está diciendo que todos los creyentes en Jesucristo son miembros de la familia de Dios.
En el pasaje citado anteriormente Jesús dice que ha habido un cambio radical en nuestro estatus con Dios. Nosotros hemos sido librados del reino de Satanás a la familia de Dios. Éramos hijos del diablo, pero ahora somos hijos de Dios. Estamos "en Adán", pero ahora estamos "en Cristo." Nosotros estábamos "muertos en delitos y  pecados", pero ahora estamos "vivos en Cristo Jesús." Hemos recibido la vida eterna. Fuimos  pecadores injustos, pero ahora hemos sido vestidos con la justicia de Dios en Cristo. Nosotros fuimos esclavos que hemos sido emancipados por la redención que es nuestra en Cristo Jesús. Somos hijos de Dios por un nacimiento espiritual. Él nos ha colocado como hijos de adopción en Su familia.
Esta nueva relación con Dios en Su familia es algo que Él hizo por nosotros en Su gracia. Dios nos imparte esta nueva vida y estatus cuando nosotros nos arrepentimos y creemos en Él como nuestro Salvador. El "nuevo nacimiento" nos da esta nueva vida espiritual. El Espíritu Santo mueve y acelera nuestros corazones, para causar en nosotros este arrepentimiento y amar a Dios. Es un cambio tan radical que se observa una renovación de nuestras mentes a las cosas de Dios, respondemos a su voluntad y nuestras respuestas emocionales al Espíritu de Dios  son el resultado de esta nueva mentalidad.
El Espíritu Santo usa Su Palabra, la Biblia, para convencernos de pecado, y de la justicia de Dios, y causa que nazcamos espiritualmente en la familia de Dios. Después, el cristiano usa Su Palabra para guiarse en la vida cristiana.
Cuando el Espíritu Santo renueva su mente, usted demostrará esto por la forma en que vive.
¿Ha experimentado en su vida este cambio radical que trae  Dios cuando Él nos hace sus hijos? ¿Dónde está la evidencia de que usted es ahora un hijo de Dios? ¿Le amas a Él? ¿Amas las cosas de Dios? ¿Amas Su Palabra? ¿Estás tratando de complacerlo a Él? ¿El Espíritu le guía a usted? ¿Es usted sumiso a su voluntad? Jesús dijo, "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos." Si usted es un miembro de su familia usted se parecerá  con Él en todo lo que hace.
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lunes, 2 de octubre de 2017

CONTROLANDO TUS IMPULSOS

En proverbios 16:32 versión biblia de las américas, dice: “Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad”.
Una persona irritable, impaciente o iracunda, difícilmente pueda permanecer bajo el control del Espíritu Santo. El Señor trabaja continuamente en nosotros para que podamos vivir por el espíritu y dominar los impulsos de la carne. Mantener el control de los impulsos emocionales, la biblia lo llama: dominio propio, es la capacidad de poder refrenarse de aquello que nos daña o no nos conviene.
Las emociones y deseos carnales, como lujuria, codicia, ira, enojo o venganza, son como un caballo salvaje difícil de domar, pero nuestro espíritu, unido al Espíritu de Dios es capaz de ser un experto y poderoso jinete que pone ese caballo salvaje bajo control, no permitiéndole así, destruir nuestras vidas o la de los demás. Fortaleciendo nuestro espíritu cada día con palabra ungida de Dios, tomando la decisión de renunciar a las malas pasiones y haciendo morir las obras de la carne, podremos vencer para abrir las puertas de grandes bendiciones sin que nada nos haga tropezar.

Dice un proverbio: Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

La gente admira a quien es poderoso y el que se sabe poderoso, se siente indestructible y orgulloso de sí mismo. 

La gente hace alarde de la fuerza que ostenta, pues con ella domina a los demás y obtiene determinados beneficios, por eso es que se habla de la ley del mas fuerte, pues durará en tanto quien en la actualidad es fuerte comience a debilitarse y uno más joven se levante con mayor fuerza.

Muchos piensan que son valientes, pues se atreven a hacer cosas que otras personas prefieren evitar.

Pero ¿cómo nos mira Dios? al final de cuentas, Él sabe hasta donde llega nuestra fuerza, nuestra valentía y que tan limitado es el poder del que podríamos presumir. 

Es interesante lo que el Espíritu Santo nos aconseja: 

Mejor es que seas lento para la ira que tengas poder, o bien, se podría entender que tiene más mérito ser paciente que valiente, y para Dios es más preciado aquel que tarda se airarse que quien es tan fuerte como un luchador o como un soldado.

Pues detrás de ello está un secreto, hay quiene conquistan ciudades pero no pueden conquistar su propio carácter, quien ejerce autoridad sobre otros, pero es incapaz de dominar su estado de ánimo, hay quien puede conquistar multitudes, pero no puede conquistar el enojo que lleva dentro, y quien aparentemente domina sobre otras personas, pero a su vez, es dominado por instintos animales y pierde el control de sí mismo.

La reflexión es mucho más sencilla de lo que parece, todo es cuestión de tiempo, de tener un reloj o un cronómetro a la mano y medir: 

¿Cuánto tiempo tardas en enojarte cuando….
Estás manejando en medio del tráfico?
Tus hijos no te obedecieron a la primera orden que les diste?
Todo te sale mal por más que te esforzaste?
Las cosas no marchan como lo planeaste?
Surge un malentendido con otra persona y te ves como víctima?
Piensas que Dios te lleva la contraria o que simplemente no responde tu oración?

Y la lista podría continuar, pero recuerda que el Espíritu Santo nos ha dado dominio propio, la capacidad de tener temple, de controlarte a ti mismo.

MIS PLANES VS EL PROPOSITO DE DIOS

http://www.devocionalescristianos.org Pablo, otro amigo, me dejó este texto que también me hizo reflexionar. Planteamos el nuevo año con ...