viernes, 26 de mayo de 2017

VIVIR POR LA FE

La mayoría de nosotros nos damos cuenta de que algo está mal en el mundo.   Vivimos cada día cumpliendo con nuestra rutina, en general sin preguntarnos a dónde tal rutina nos está llevando como persona y sociedad.

El nivel de materialismo al cual hemos llegado es impresionante, aunque la mayoría de nosotros lo tomamos por sentado cada día.  Mientras tratamos de vivir cómodos, algo nos susurra inquietudes, haciéndonos recordar que todavía estamos insatisfechos con todo lo que tenemos y hacemos, dejándonos vacíos.


La tecnología ha avanzado mucho durante las últimas décadas y continúa avanzando cada vez más.  Ahora podemos comunicarnos con personas alrededor del mundo por medio de computadoras y teléfonos.  Podemos viajar de un continente al otro en tan sólo unas horas.

La educación formal ya no está fuera del alcance de muchos de nosotros, y podemos encontrar información sobre casi cualquier tema al instante.  Avances en agricultura nos ha llevado a producir más comida como jamás se haya producido, suficiente comida para alimentar a los seis mil millones de personas habitando este planeta.

Pero a pesar de todos estos y los demás avances en tecnología, todavía existen niños que se mueren de hambre. Con todo el conocimiento que hemos adquirido, hay gente que todavía se muere de enfermedades prevenibles.  Con todas las filosofías y religiones que se han desarrollado en la Tierra, todavía experimentamos la guerra y sus expresiones menores de violencia y locura.

Para nosotros los que tenemos una inclinación espiritual o ya nos reconocemos como cristianos, sabemos que tal sistema de avaricia no es lo que Dios quiso establecer en la Tierra, y siempre nos sentimos incómodos por estar participando en él.  Pero, ¿qué podemos hacer?  Muchos de nosotros nos decimos, "Me gustaría vivir de una forma diferente, pero no me queda otra."


El propósito de este artículo es mostrarnos que sí nos queda otra, sí hay una solución, y esa solución es "vivir por fe", tal como lo enseñó y practicó Jesús con sus discípulos.

Jesús enseñó que no necesitamos preocuparnos por lo que vamos a comer o con qué nos vamos a vestir. Él dijo que si trabajáramos en construir su reino, Dios nos daría lo que necesitamos. (Mateo 6:25-33) Quiere darnos descanso del sistema del mundo y nos ofrece un trabajo mejor. (Mateo 11:29-30)  En vez de pasar todo el tiempo trabajando por comida física que no nos puede saciar, nos invita a trabajar por comida verdadera que dura para siempre. (Juan 6:27)

Jesús explicó que no funciona tratar de trabajar para dos empleadores opuestos a la misma vez, y que tenemos que elegir en esta vida entre trabajar para Dios o trabajar para el dinero y las cosas materiales (Lucas 16:13).  De hecho, Jesús dice que no podemos ser uno de sus discípulos sin renunciar a todo lo que tenemos. (Lucas 14:33). ¡Qué enseñanzas increíbles!

La 'lógica' nos dice que tales enseñanzas simplemente no funcionarían hoy en día. Así que la mayoría de las personas rechazan todo lo que Jesús dijo sobre el tema, o lo tratan de interpretar de una manera que termina diciendo algo diferente de lo que Jesús dijo.

Si Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios, deberíamos confiar en su mensaje.  En lo mínimo, deberíamos probar sus enseñanzas hoy en día, antes de concluir que no funcionarían. ¡Nosotros hemos hecho eso mismo, y hemos llegado a la conclusión que sus enseñanzas sí funcionan!

Aquí ofrecemos 7 reglas simples para vivir por fe en este mundo real.


  
 ORAR:
Si vas a intentar a caminar sobre el agua, debes saber lo que estás haciendo. Tu familia, tus amigos, y tus temores probablemente lucharán en contra de tu decisión de vivir por fe. Tienes que ser honesto con Dios y aprender a escuchar su voz.

Aquí hay ocho claves importantes que debemos incluir en nuestras oraciones, (detalladas por la oración del "Padre Nuestro" enseñado por Jesús)

1) Reconocer que Dios es nuestro Padre.
2) Dar a Dios el respeto y adoración que se merece.
3) Desear que el reino de Dios venga a la tierra.
4) Averiguar la voluntad de Dios y ponerla en práctica.
5) Pedir a Dios por tus necesidades básicas.
6) Pedir perdón a Dios y perdonar a los demás.
7) Pedir que Dios te proteja del mal.
8) Alabar y agradecer a Dios en todo.


SIMPLIFICAR:.

Tienes que estar satisfecho con la ropa y comida básica (1 Timoteo 6:8) y suficiente para HOY. (Lucas 11:3) Lo demás es algo adicional que Dios puede darte. Pero si no te lo da, no te excusa de vivir por fe hasta que te lo dé. La prosperidad material nunca debe ser el motivo por cual queremos trabajar para Dios.

"Los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores. Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre."  (1 Timoteo 6:9-11)

VENDER:

Vende todo lo que tengas (Lucas 12:32-33; Lucas 18:22; Lucas 14:33). Si tienes deudas, entonces el dinero pertenece a la gente a quien se lo debes. (Romanos 13:8) Paga tus deudas y después usa lo que te sobre para hacer el trabajo que Cristo te ha mandado hacer. (Marcos 16:15)


DAR:

Jesús enseña que hay más bendición en dar que en recibir. (Hechos 20:35)  Vivir por fe no es un método de lucro, sino una oportunidad de dar todo lo que tenemos para amar a Dios y a nuestro prójimo.

No esperes que los demás te estén dando algo.  Busca maneras en que tú puedas dar algo a los demás, sea material o espiritual.

Cuando ayudes a los necesitados con algo material, no seas como los hipócritas que van anunciando a todos lo grande que son por haber dado tal y tal cosa.  En vez, haz tu caridad en secreto, sin contárselo a nadie. (Mateo 6:1-4).  Así tu caridad será pura delante de Dios y él mismo te recompensará.  (Lucas 6:38) TRABAJAR:
Vivir por fe no debe ser un escape de la responsabilidad social.  Si no estás trabajando, no estás viviendo por fe.  La diferencia es que tienes un jefe nuevo (Dios) y un motivo nuevo (Amor).  Tienes que estar constantemente buscando maneras prácticas de mostrar el amor de Dios.  Mientras que los demás se enfocan en trabajos de prestigio y de buenos ingresos, tú puedes tratar de discernir las necesidades mayores y trabajar en solucionarlas.   Mostrarás tu fe por medio de tus obras (Santiago 2:18), y si rehúsas trabajar para tu nuevo Jefe, ¡quizás verás que él rehúsa alimentarte! (2 Tesalonicenses 3:10)

PEDIR:

Jesús les dijo a sus discípulos que averigüen quién era digno de ayudarlos. (Lucas 10:7-8; Mateo 10:10-11) No debemos tener vergüenza en invitar a gente que se beneficia de nuestro trabajo a colaborar libremente "a voluntad" con lo que tiene para ayudarnos con nuestras necesidades.  (1 Corintios 9:7-14) Dios va a proveer de la forma que Él quiera, y no debemos (ni tenemos necesidad de) presionar a la gente en darnos algo. 


COMPARTIR:

Compartir el uno con el otro es un elemento necesario para vivir por fe.  Es la expresión práctica del amor que Jesús quiere que tengamos entre nosotros.

Jesús prometió estar entre por lo menos dos o tres personas que estuvieran unidas en hacer Su voluntad (Mateo 18:20).  Él dijo que el mundo conocería que somos sus discípulos por el amor que tenemos el uno al otro. (Juan 13:35)  Junto a otros creyentes sinceros que practican la voluntad de Dios, somos el "Cuerpo de Cristo", la verdadera Iglesia cristiana. (Romanos 12:4-5)

En la Biblia hay más de 50 mandamientos de servicios que debemos hacer "el uno al otro", incluyendo amar, cuidar, edificar, confesar, ayudar, honrar, someterse, y perdonarnos el uno al otro.  No podemos practicar esto estando solos.  Los primeros cristianos vivieron juntos y compartieron todo lo que tenían el uno con el otro, trabajando juntos para Dios todos los días. (Hechos 2:44-47; Hechos 4:32-35).    

Hoy en día Dios está buscando personas como aquellas que estén dispuestas a vivir por fe y ser parte de Su Iglesia.

Tus esfuerzos serán más fructíferos si estás trabajando en compañía de otras personas que también estén viviendo por fe. (Mateo 18:19; Lucas 10:1; Hebreos 10:25)

Si no conoces a nadie que quiera trabajar contigo en vivir por fe, ¿por qué no te pones en contacto con nosotros? Juntos podemos apoyarnos en vivir en armonía a la voluntad de Dios, expresada por las enseñanzas de Jesús.

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